¡Hay días malos como días buenos! Y es que la vida misma es una carrera a contrarreloj, que nos va mostrando caminos cortos, trayectos más largos pero todos con piedras, sobresaltos y colinas empinadas. Habrá vistas maravillosas que te detendrás a observar, y otros momentos en los que te sentirás desorientado y con ganas de rendirte. Sin embargo, al fin y al cabo, de eso se trata el simple hecho de existir: y en cada una de esas paradas tendrás que tomar decisiones que te motiven a seguir adelante.
Todos alguna vez hemos tenido más de un pensamiento rondando por nuestra cabeza al mismo tiempo: sobrepensar, sentir ansiedad ante un panorama, estresarnos por lo sucedido e incluso, por cosas que aún no han ocurrido, son situaciones de un diario vivir y forman parte de los cambios que habremos de experimentar.
“Cómo liberar el estrés” es una pregunta bastante amplia de abordar, porque cada persona suele hacerlo de maneras diferentes. En esta oportunidad, desde TENA nos hemos abierto para explorar qué técnicas suelen funcionar mejor y de qué forma podrás sacarle el máximo provecho durante los momentos en los que te sientas abrumado o bajo de nota.
¿Cómo nos afecta el estrés?
Cualquier situación que nos haga sentir vulnerables, frustrados o confundidos, puede desencadenar momentos de estrés. Nos referimos quizá a problemas familiares, deudas, discusiones, malentendidos o cuando eso que con tanto esfuerzo intentamos, no se nos termina dando como queríamos. Pues bien, muchas son las circunstancias que nos hacen un nudo en la garganta y como dirían por ahí: “nos desordenan la vida”.
Cuando sientes que estás estresado es completamente normal que tengas reacciones inesperadas o que simplemente desees alejarte de todo por unos minutos o, tal vez, por unos días… y está bien. Ante este tipo de circunstancias la clave está en mantener la calma e intentar buscar soluciones, es probable que si no tienes un plan de contingencia a la mano: comiences a somatizar y a sufrir otras afectaciones.
Afecciones de salud
Como ya lo sabes, el estrés suele exteriorizarse de formas diferentes en cada persona y estas “formas” también pueden significar problemas de salud: entre ellos hay quienes padecen fuertes dolores de cabeza, insuficiencia de energía para realizar sus actividades diarias, pérdida de peso porque generalmente no sienten apetito, o por el contrario, incremento de peso porque comiendo es la única forma que encuentran para minimizar su estrés o la ansiedad.
Estas son otras afectaciones de salud que pueden padecer las personas con estrés crónico:
Diarrea o estreñimiento.
Dolores en ciertas partes del cuerpo, como la cabeza, el cuello, la espalda, entre otros.
Dificultad para conciliar el sueño.
Fatiga o sensación de estar cansado.
Problemas en la piel como sarpullidos, acné o eczema.
¡Ten cuidado! En este punto, deberás permanecer muy alerta para que puedas tomar acción y evitar otros posibles riesgos como traumatismos, depresión o enfermedades degenerativas.
Inestabilidad emocional
Líneas atrás mencionábamos un “plan de contingencia” y, por supuesto, dentro de él debe haber cabida para el manejo de la emociones cuando estemos atravesando por una situación difícil en la vida. Mantén los ojos abiertos y sé consciente de tus comportamientos. Probablemente, a causa de una mala noticia o algo que te desestabilizó, sientas irritabilidad o enojo, ganas de llorar, ansiedad en extremo y en algún momento, te falte motivación para continuar con tu vida.
Si estás pasando por una situación similar, una de las cosas que pueden salvarte es recordar que todo es pasajero y que, seguramente, eso que te está sucediendo está ocurriendo por una razón en específico, para enseñarte algo o ponerte a prueba.
¿ Por qué deberíamos estar tranquilos en la vida adulta?
Todos estamos de acuerdo y, sin duda, tú también, en que la edad adulta aunque viene acompañada de numerosos cambios, es una etapa que nos reta a estar tranquilos con lo somos, lo que tenemos y lo que hemos hecho a largo de la vida. Es un periodo en el que vivir en paz es la clave para disfrutar de una mejor calidad de vida y sentirnos sanos tanto por dentro como por fuera.
Cuidar de ti en cada etapa de la vida, aprender a conocerte y hacer frente a los errores del pasado, es vital para entender el presente y sobrellevarlo livianamente.
Así podemos liberar el estrés
Hemos preparado un manual de instrucciones de cosas que puedes hacer ante situaciones de estrés. Comprenderás cómo liberar el estrés acumulado puede resultar mucho más fácil de lo que imaginas. Es probable que conectes más con una forma que con otra, pero si no lo intentas, sencillamente ¡No lo sabrás! Así que ponlo a prueba y explora estas opciones.
Escribe: una de las mejores formas de desahogar tus pensamientos, sentimientos y otras emociones es a través de la escritura. Cuando sientas que no tienes el control absoluto de una situación, toma un lápiz y un papel e intenta escribir todo lo que está pasando por tu mente. Así, cuando estés más calmado lograrás cuestionarte y entender a profundidad el problema que estás sobrellevando.
Medita: practicar el arte de la meditación resulta ser toda una medicina para el alma. Está científicamente comprobado que a través de esta técnica se reduce la tensión muscular, la presión sanguínea y con ello, podemos sentirnos más relajados.
Escucha música que te guste: no hay nada que una buena canción no pueda solucionar. Pon algo que te suba el ánimo y te ayude a despejar la mente para encontrar posibles salidas a tus problemas: ¡Una mente clara sabe muy bien lo que tiene que hacer!
Sal a dar un paseo: hazlo solo o en compañía, como te sientas mejor, la clave está en encontrar calma, pensar la situación conscientemente y esclarecer los pensamientos negativos que nos invaden en el instante.
Practica hábitos sanos: entre ellos comer saludablemente, por ejemplo, una alta fuente del complejo B es una excelente opción para combatir el estrés. También puedes realizar actividad física regulada y liberar de esta forma endorfinas, que te darán esa sensación de bienestar que estás buscando.
Busca ayuda: no temas contar tus problemas a alguien más, dos cabezas piensan mejor que una.
En conclusión: prima el cuidado de tu salud mental
¡Lo agradecerás hoy, mañana y siempre! Primar tu salud mental y física es la clave para vivir plenamente cada etapa de la vida. Llegar a la meta es genial, pero disfrutarse el camino y aprender de él, no tiene comparación. Por eso, haz las cosas que te gusten y que te hagan sentir bien, no importa si para eso tienes que sacar tu manual de supervivencia en cada kilómetro recorrido.
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