Jornadas largas de trabajo, las distintas responsabilidades, el sobre pensar demasiado las cosas e incluso algunos cambios hormonales pueden traer consigo algunos síntomas de estrés y ansiedad en la mujer que se reflejan de muchas maneras posibles y, sobre todo, visibles. Quédate para conocer en qué momento nuestro cuerpo envía señales de STOP.
¿Por qué se produce el estrés y la ansiedad?
La respuesta científica deriva en la reacción que tiene nuestro cuerpo en un momento de desafío o demanda, en los cuales encontramos dos tipos: el estrés agudo y el estrés crónico; el primero generalmente es el cansancio mental y físico que sentimos después de un largo día, mientras que, en segundo lugar, nos referimos a periodos de tiempos prolongados en donde se desarrolla una presión arterial alta, diabetes, depresión, problemas de acné, entre otros.
Relación entre el estrés y la ansiedad
Es común que una situación de estrés desencadena en episodios de ansiedad que pueden alterar procesos habituales en nuestro cuerpo como las horas de sueño, dolores musculares, taquicardia, entre otros aspectos que incluso pueden afectar nuestra relación con las personas que nos rodean. Es importante aclarar, que la ansiedad suele aparecer cuando llevamos largos episodios de estrés, pues este en pequeñas medidas se hace necesario para ayudarnos a cumplir con tareas importantes o protegernos.
¿Qué partes del cuerpo se afectan más con el estrés?
Cuando vivimos un momento de estrés nuestro cuerpo se encarga de liberar hormonas que crean tensión y pueden causar respuestas rápidas o paralizarnos. Esto dependerá de cada persona. Desde una mirada superficial los síntomas de estrés y ansiedad en la mujer los podemos notar en forma de acné, obesidad, dolores de cabeza leves o episodios de migraña, tensión en el cuello o mandíbula.
¿Qué hacer para combatir el estrés y la ansiedad?
Es fundamental que aprendamos a escuchar activamente nuestro cuerpo. Como ya te lo dijimos, algunos episodios de estrés que provienen del día a día como exceso de trabajo o algún cambio abrupto son normales. Sin embargo, cuando sientas que estos te superan o son el sentimiento protagonista en tus rutinas, lo ideal es contactar a un profesional que pueda acompañarte a entender su raíz e indicar cuáles deberían ser los pasos a seguir. Aquí te damos algunos tipos que, a la par, puedes poner en práctica.
Aprende a tener prioridades en tu vida. No todo tiene que hacerse de inmediato ni todas las tareas necesitan de tu misma energía.
Comunica tus emociones y valida cada una de ellas, desde la felicidad más grande hasta las lágrimas más honestas. Esto te ayudará a sentir que, esporádicamente, vacías tu interior.
Retoma todas aquellas prácticas que te conecten con un sueño, una motivación o simplemente funcionen como distracción. El empezar es difícil, pero sin duda alguna al terminar la satisfacción habrá válido al cien por ciento.
Controla tu respiración en momentos de estrés o cansancio físico. Apártate del lugar en el que te encuentras y dale la oportunidad a tu cerebro de oxigenarse.
Cuidar tu salud mental es muy importante
Sí, los controles médicos, revisar nuestro cuerpo y hacernos un seguimiento físico es importante, pero ¿qué tal revisar nuestra mente? No existe una mejor manera de combatir los síntomas de estrés y ansiedad en la mujer que dándole a tu salud mental la importancia que se merece, más allá de los estereotipos del pasado, asistir a terapia para conocernos y crear conversaciones sinceras desde lo que somos, reivindica el poder de transformación que tenemos cuando sanos nuestro pasado, entendemos el futuro y nos damos cuenta de que no hay nada lo suficientemente importante como para sacrificar nuestro bienestar.
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