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Bienestar

Hablemos de la piel en la zona íntima de la mujer

Constantemente solemos escuchar que la piel necesita un cuidado especial, pues es el órgano más grande de nuestro cuerpo, pero pocas veces recibimos información sobre una de las zonas más importantes en ella. Por esto, en esta ocasión, te hablaremos de la piel de la zona íntima femenina y los cuidados que requiere, por tener características diferentes a la zona íntima de los hombres.

Sí, aunque ambas requieren especial cuidado, existen unas particularidades puntuales que caracterizan la piel de la mujer. Veámos cuáles son esas diferencias, las enfermedades más frecuentes y sus posibles soluciones.

Diferencias en la piel de la zona íntima del hombre y la mujer

La piel íntima del hombre y la mujer son diferentes, sin importar que a veces se trate por igual. Por ello se deben tener cuidados específicos al momento de tratar la piel de cada uno y al seleccionar cualquier producto que nos de protección, ya que ambas sufren de agresiones a diferentes niveles y estas diferencias determinan los cuidados que se requieran para conservarla saludable. 

Conozcamos cuáles son algunas características de la piel que pueden ser diferentes en hombres y mujeres:

  • Espesor/grosor: La piel del hombre es mucho más gruesa que la piel de cualquier mujer y ello hace que los hombres, por tanto, posean un tipo de piel mucho menos frágil que las mujeres.

  • Arrugas: El proceso de envejecimiento de la piel de los hombres es mucho más lento que el de las mujeres, por tanto, el tratamiento que estas requieren contra el envejecimiento y la oxidación debe comenzar antes.

  • Hormonas: Respecto a las hormonas, cabe señalar que la piel masculina tiene más andrógenos que estrógenos, por tanto, segrega mucha más grasa que la piel de las mujeres.

Hay dos factores que hacen que la piel íntima masculina y femenina sea completamente distinta. Estos factores son:

  • La testosterona: La testosterona es la hormona sexual masculina que tiene efectos tanto morfológicos, como metabólicos, e incluso psíquicos.

  • El vello: La aparición del vello en el rostro de los hombres es un factor importante puesto que el hombre se afeita asiduamente, lo cual lastima su piel.

Ahora que hemos detallado las principales características de la piel de los hombres y de las mujeres veamos las diferencias existentes entre los dos tipos de piel.

  • Grosor: La piel del hombre, por regla general, es mucho más gruesa que la piel de las mujeres. Normalmente es cerca del 20% más.

  • Contenido en colágeno: El contenido en colágeno en la piel es mucho mayor en los hombres, lo que hace que la piel del hombre se vea mucho más tersa y compacta.

  • Contenido en grasa: La piel de la mujer normalmente es mucho menos grasa que la piel de los hombres. Por ello, las mujeres poseen menos granitos y poros abiertos, por lo que tienden a envejecer más rápidamente. 

  • Signos de envejecimiento: Cuando aparecen en la piel de los hombres suelen ser mucho más intensos y también se ven reflejado en la zona íntima donde se pueden ver cambios de forma más notoria. Por ejemplo, el glande empieza a perder levemente su color debido al bajo flujo de sangre. 

¿Cuáles son las enfermedades y los síntomas  más comunes en la piel de la zona íntima de la mujer?

Son muchas las enfermedades que se pueden encontrar en esta zona, a continuación, mencionaremos las más comunes:

  1. Infección frecuente causada por una levadura: Las mujeres en general tienen mayor riesgo de tener micosis vaginal entre la pubertad y la menopausia por la influencia de los estrógenos. No es una ETS (Enfermedad de Transmisión Sexual). Sus síntomas son prurito, flujo anormal, enrojecimiento, dolor al orinar, grumos adheridos a la pared vaginal y cambios de olor ácidos.

  2. Dermatitis por contacto: Es una erupción resultante de la respuesta de la piel a una sustancia. Esta reacción puede ser la consecuencia de un agente agresor o una alergia. Normalmente aparece por cremas, pomadas, geles, sprays, ropa ajustada… Pueden observarse ampollas, picazón, enrojecimiento leve de la piel, ardor e inflamación. 

  3. Enfermedad de Paget Vulvar. Es un cáncer de piel. Se considera una enfermedad exclusiva de las mujeres postmenopáusicas, en general mayores de 60 años. Puede ser primaria, cuando se origina en la vulva o el periné, o secundaria cuando viene de otras regiones contiguas como la uretra, cuello del útero, vejiga o área anorrectal. 

  4. Herpes genital. Se contagia a través del contacto con una pareja que a menudo es completamente inconsciente de su propia infección HSV genital u oral. El diagnóstico se realiza inicialmente porque el médico reconoce las lesiones en la piel, esto se confirma con la realización de una prueba específica. 

  5. Prurito genital femenino. El prurito es una sensación cutánea que genera deseo de rascado. La sensación es de picazón en la región genital en las mujeres. El prurito ocasional es común y puede ser normal. El prurito persistente no es normal, y puede interferir con la vida diaria. Es importante encontrar la causa del prurito para poder recibir el tratamiento adecuado.

  6. Hidradenitis Supurativa. Es una enfermedad crónica de la piel. Se manifiesta con nódulos rojos que aparecen rápidamente, crecen hasta romperse debajo de la piel o rompen la piel que los cubre, formando úlceras por donde drena material purulento, formando quistes dolorosos, puntos negros y cicatrices.

  7. Liquen escleroso vulvar. Es una enfermedad crónica de la piel que afecta principalmente la piel de la zona genital. En muy raras ocasiones, puede comprometer la piel del resto del cuerpo. Se suele manifestar como parches de piel blanquecina, frágil, que a veces se presenta arrugada pero puede tener una superficie lisa y brillante. No es infeccioso y no contagia. Cursa habitualmente con prurito severo. Algunas personas sienten dolor y ardor especialmente al tener relaciones sexuales. Aparecen grietas en la piel y úlceras, como consecuencia del rascado pueden arder.

  8. Liquen plano vulvar. Es una enfermedad inflamatoria de la piel. Puede afectar el área genital incluyendo tanto la vulva como la vagina. Se manifiesta por una erupción de pequeñas ampollas de color púrpura frecuentes. Si las capas más superficiales de la piel se rompen estas áreas se verán de color rojo brillante y húmedo. Puede aparecer en los brazos, piernas, espalda y boca. Presenta ardor, dolor y sensibilidad así como zonas blanquecinas irregulares. 

  9. Psoriasis vulvar. La psoriasis puede aparecer en la piel de los genitales como parte de una enfermedad sistémica, y en algunas personas las lesiones genitales son la única manifestación. La forma habitual de manifestarse son escamas plateadas o grises que se pueden encontrar en los codos y las rodillas. Puede ser asintomática aunque el síntoma más frecuente es el prurito que pueden agravarse con infecciones de la piel por bacterias u hongos (cándida).

  10. Vulvodinia: Cuando existe molestia al tocar alrededor de la entrada de la vagina (vestíbulo) durante el examen físico. Puede ocurrir en mujeres de cualquier edad. Se estima que aproximadamente el 15 % de las mujeres (1 de cada 7) va a experimentar este tipo de dolor vulvar en algún momento de su vida. 

  11. Neoplasia intraepitelial vulvar (VIN) Significa que existen células atípicas en la piel de la vulva. Puede ocurrir en un solo lugar o puede afectar varias áreas de la piel al mismo tiempo. No es cáncer pero puede progresar a cáncer invasor si no se trata. Algunas mujeres tienen prurito o ardor, pero muchas no presentan ningún síntoma. Se suele diagnosticar en los exámenes de rutina o puede ser encontrada por una misma. 

  12. Cáncer de vulva. El cáncer vulvar es consecuencia del crecimiento anormal de las células que forman parte de la vulva y puede afectar cualquier región de la misma. Se puede detectar mediante una lesión o úlcera en la vulva que no cicatriza o cura, un bulto, un crecimiento verrugoso, entre otros. Cuando se detectan cambios anormales en la vulva puede realizarse una biopsia para lograr un diagnóstico correcto y así decidir el mejor tratamiento.

  13. Vulvodinia generalizada no provocada. Se define como dolor vulvar sin causa aparente. El dolor ocurre espontáneamente, sin causas que lo desencadenan. Las mujeres que lo padecen, generalmente describen al dolor como un ardor constante que se percibe en todo momento. En la mayoría de los casos, el malestar interfiere negativamente en la actividad sexual.

¿Cómo prevenir enfermedades en la piel de la zona íntima de la mujer?

Para prevenir estos problemas de piel es necesario, entre muchas acciones no cometer estos 5 errores:

1. Abusar de productos de higiene íntima

El exceso de higiene, sobre todo durante la menstruación, y el uso de determinados productos, como jabones fuertes o perfumados, pueden reducir las bacterias beneficiosas de la mucosa vaginal y favorecer las infecciones. Las duchas vaginales tampoco son recomendables, porque alteran igualmente el ecosistema vaginal.

2. Impedir la transpiración de la zona 

  • En caso de pérdidas de orina. Usa compresas especiales de algodón y consulta con tu médico cómo solucionar el problema de incontinencia. Conoce aquí sobre los ejercicios de Kegel.

  • Prendas adecuadas. Escoge preferiblemente ropa interior y pijamas que sean 100% algodón. Evita las prendas demasiado ajustadas, como vaqueros o tangas, porque además de no dejar respirar la piel pueden causar irritaciones.

3.    No realizar higiene después de realizar el acto sexual

El semen tiene un pH más alcalino que la mucosa de la vagina y al entrar en contacto durante las relaciones puede alterarlo. Además, los restos de fluidos y la humedad aumentan el riesgo de infecciones.

4. Tomar antibióticos con frecuencia

Entre los muchos efectos secundarios que tienen los antibióticos figura el favorecer la proliferación de patógenos que causan infección vaginal. Abusar de estos fármacos, además, genera resistencia a su efecto, lo que hace que acaben siendo ineficaces.

5. No prestar atención a los cambios que causa la menopausia

Durante la menopausia se produce un acusado descenso del nivel de estrógenos, y esto provoca que se altere tanto el pH vaginal como la composición del flujo. Una mujer adulta tiene un pH de 4,5, y en la menopausia puede subir hasta 6-7. Esto se debería tener en cuenta a la hora de elegir el tipo de higiene más natural para cada momento.

Consulta con un profesional

Son muchos los síntomas que pueden llevar a consultar, dentro de los más importantes tenemos:

Si notas un aumento del flujo vaginal, que este cambia de olor, consistencia o color, si tu flujo vaginal tiene color amarrillo o verde, dolor, irritación, sarpullidos o menstruación tardía.

Ahora que ya conoces las características y enfermedades más comunes en la piel de la zona íntima de la mujer es importante que estés alerta a cualquier señal que indique que algo no está bien en ella y, si frecuentas productos en esta zona, asegúrate de que sean delicados con tu piel como los Protectores con alas TENA Discreet.

Dejános en los comentarios qué preguntas quisieras que solucionaremos al respecto.

Doctor Juan Carlos Restrepo

Dirigido a:

MUJERES

HOMBRES

CUIDADORES

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